lunes, 23 de mayo de 2011

Costumbres italianas

Italia es un país que tiene unas costumbres específicas, y algunas de ellas se diferencian bastante de las españolas.



Ésto ocurre por ejemplo en Navidad, ya que en Nochebuena cenan a base de antipasti, espaguetis con almejas, pescado, verduras, fruta fresca y turrón, una comida bastante más ligera que a la que estamos acostumbrados en España para esta ocasión. Pero la celebración en la que acumulan una serie de costumbres determinadas es en Nochevieja, ya que en vez de uvas toman cucharadas de lentejas, debido a que relacionan esta legumbre con la abundancia y el dinero, hacia las doce de la noche todos salen a los balcones para despedir el año que se va, y recibir el año que comienza. Desde hace algún tiempo, en varias regiones se regalan ropa interior roja con los más allegados, símbolo con el que se desean suerte en el año que entra. Un acto aún más impactante es el de arrojar por la ventana muebles antiguos o que ya no utilicen, ya que creen que de esta manera quedan liberados de todo lo malo ocurrido en el año anterior (es de aquí de donde viene la frase "tirar la casa por la ventana"). Eso sí, antes de llevar a cabo esta tradición tienen que desalojar la calle, y determinar una hora, para que la gente pueda salir sin miedo a ser aplastados por una mesa.El día después de Año Nuevo, la gente almuerza un plato de lentejas. Por último, el 5 de enero , en vez de llevar los regalos los Reyes Magos, se encarga de ello Befana, una bruja buena que visita a los niños de casa en casa montada en su escoba. Al día siguiente, lo tradicional no es el roscón de Reyes, sino el bocadillo de porchetta (carne de cerdo asada).



En referencia a las costumbres que han dejado los pueblos que a lo largo de la historia han invadido Italia, es de destacar el sentimiento religioso que heredaron de los Estados Pontificios, por lo que no se puede entrar a los edificios eclesiásticos importantes en pantalón corto o en camiseta sin mangas, y es obligatorio hablar muy bajo o permanecer en silencio si se está celebrando alguna ceremonia.



Una costumbre que es necesaria para el día a día y que si no se realiza puede considerarse como una falta de educación, es la de dar las tarjetas de presentación al final de la reunión de negocios y después del apretón de manos, nunca antes.

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